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  • Sequeros

Sequeros

Acercarse hasta Sequeros y contemplar la Sierra de Béjar y de Candelario desde el mirador de la Cruz bien justifican la visita a este municipio, declarado Conjunto Histórico.

Sobre un relieve intrincado y rodeado de frondosos bosques, Sequeros ocupa un espacio central en la Sierra de Francia que le llevó a ostentar la capitalidad comarcal en el siglo XIX. Este acontecimiento cambió su forma de vivir, como se manifiesta en el teatro del Liceo, hoy convertido en centro cultural León Felipe en homenaje al poeta zamorano que vivió aquí durante su niñez.

Por suerte esta circunstancia no impidió que siguiera conservando unas señas de identidad serranas, entre ellas una arquitectura tradicional bien conservada, con balconadas mirando al sol, y fachadas y dinteles de granito. Rincones, plazuelas y calles enteras parecen haberse detenido para solaz de viajeros y paseantes.

Recorrer su ruta urbana señalizada permite al turista descubrir los rincones más singulares de este municipio. Esta ruta se organiza en torno a un itinerario principal y dos complementarios. El primero se inicia en la plaza del Altozano y nos presenta algunos de los espacios más destacados de la localidad, como el teatro o la torre del Concejo con forma de atalaya y evidentes aires defensivos. Enfrente, la iglesia y a su lado la plaza de Eloy Bullón, lugares en los que se percibe el peso y el paso de la historia.

El paseo permite descubrir también su doble realidad: la del mundo tradicional, más bien rural, y otra más moderna, cuando a partir de 1834 Sequeros se convirtió en centro administrativo de la comarca.

A derecha y a izquierda del conjunto histórico se hallan los dos recorridos complementarios, el denominado la ruta del Barrero, que culmina en el mirador de la Cruz, y el de la ruta del Robledo, que recibe el nombre del santuario en el que reposan los restos de la visionaria Moza Santa, junto a los de Simón Roland, personajes vinculados a la aparición de la Virgen de la Peña de Francia, patrona de la comarca.

Se trata de un itinerario lleno de sugerencias y de microhistorias, fácil de seguir, y al que el viajero puede incorporarse en cualquier punto.

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